Instantes que no pasan, ni dejan de ser.
Deambula, sin pensarlo,
siempre delante, marcando paso.
Despreciamos y desperdiciamos
sus encantos e intrigas.
Cual pez en vasto océano
quejándose de sed
lamentamos su ausencia
ignorando su presencia.
Tómala de la mano,
pues se escapa,
sin ella, mi hermano,
eres turista sin mapa.
Se te va la vida, amigo mío,
cogió la guagua del olvido.
Al contar tus días serás
luchador que no ha existido.
Si hay aliento, hay esperanza,
Días nuevos podrán llegar.
Asegura, pues, tu entrada,
a la Vida Eternal.
"Con Cristo he sido crucificado,
y ya no soy yo el que vive,
sino que Cristo vive en mí;
y la vida que ahora vivo en la carne,
la vivo por fe en el Hijo de Dios,
el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí."
Pablo. Carta a los Gálatas (2:20).
"Enséñanos a contar de tal modo nuestros días,
que traigamos al corazón sabiduría."
Moisés, Oración. Salmos 90:12.