Duermes, sin respirar.
Misiles sin rumbo invaden tus venas,
No hablas
No gritas
Sólo guardas vivencias
entre ruidos y ventarrones.
Te miro y te siento
aunque no me ignoras veo tu mirada, perdida en mí.
Sabes que no soy como los demás.
Contemplo.
Te siento viva.
Tu piel podría vociferar lo que todos han visto, pero nadie sabe.
El día te viste de falsa inseguridad,
pero yo te conozco, y te me escondes entre las ramas de tu esqueleto, huyes de mi compañía.
Pero no te persigo, sólo te miro.
Mientras camino., mis pies compiten sobre tu espalda.
Y sé que te preguntas qué hago.
Por eso huyes.
Eres mi selva. Mi entorno extraño y familiar. Guardas mis secretos y los de todos.
No despiertes. Sigue soportándonos.
Algún día todos te verán como eres.
Mi cáscara de concreto.
Mi ciudad.
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