Donde habite el olvido: Como los erizos, ya sabéis, los hombres un día sintieron su frío. Y quisieron compartirlo. Entonces inventaron el amor. El resultado fue, ya sabéis, como en los erizos.
--LuisCernuda

septiembre 25, 2010

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Anoche, bueno, esta madrugada del 25 de septiembre, me sentía con ganas de escribir y coincidió con una buena visita de una vieja amiga: Inspiración. Espero les guste. Sí, está en mi lenguaje pseudosecreto :P

Un lobo aulla al cielo con luna. Un cometa capta la señal. Se esparce el silencio y desaparece el mundo en un parpadear. Adoptan formas corpóreas aquel cuadrúpedo y aquel astro celeste del cielo. En la realidad, que casi todos perciben como irreal, hablan el mismo lenguaje todos, uno que es bien claro y sincero, sin interrupciones. Una sonrisa más real que el mismo cielo invade la escena. Hay pocas palabras. Es que, acá, donde prima el lenguaje de los ojos, los productos de la boca estropean. Sin embargo, no todo es mirarse. También hay que escucharse. Y hay un compendio, unas cuatro palabras, o seis, u ocho, que se vuelven eternas y se plasman en los diálogos, en todos ellos. No resulta monótono, no. Tampoco lo resultan las voluntades subyugadas y las involuntades manifiestas, diciendo lo mismo todas las veces que los párpados se unen. No, no resultan monótonos pues este es el reflejo de los silencios, de los pensamientos que se creen olvidados y de los suspiros tirados al viento. Hay unas pocas letras, un puñado de palabras, un pensamiento, una incitación que invita a tirarse al vacío y olvidarse de las ataduras, a intentar hacer posible lo imposible y regresar, a hacer real lo irreal. ¿Imposible? Sí, en aquella quimérica locación . Mientras, un cometa seguirá interpretando señales y traduciéndolas desde el lenguaje entendible del lugar real, a un código hermoso e indescifrable, que debe ser la lengua del inhóspito y ficticiolugar que todos perciben como su hogar...Y vuelve y se repite la escena en el mismo lugar: Un lobo aulla al cielo con luna. Un cometa capta la señal. Se esparce el silencio y desaparece el mundo en un parpadear...