Donde habite el olvido: Como los erizos, ya sabéis, los hombres un día sintieron su frío. Y quisieron compartirlo. Entonces inventaron el amor. El resultado fue, ya sabéis, como en los erizos.
--LuisCernuda

enero 25, 2010

mui

La luna se paseaba coqueta por el cielo. Desde mi ventana la podía observar. Mi cabeza se apoyaba entre mis antebrazos y mis ojos se clavaron fijamente en ella; siempre me ha parecido enigmática y misteriosa. La brisa juega un poco con mi pelo alborotado, saluda a mis mejillas y espanta mis párpados. Mis ojos aún siguen inmóviles sobre la luna y pienso en si estarías mirándola en este momento, si estarías en la terraza de pie, junto a la pared, observando el mismo cielo que yo; si estarías en el silencio de la noche y entre la soledad del jardín, mirando el mismo firmamento que se ve desde mi cuarto. Si así fuera, entonces, mi mirada se fundiría con la tuya, al observar el mismo objeto; y ya no hubiese lejanía, estarías cerca, muy cerca de mí. Y jugaríamos, te sonreiría y tú me devolverías el gesto. Hablaríamos, escucharía tu voz con los ojos cerrados para no distraerme con nada más del ambiente más que con la melodiosa armonía de tu voz; reiríamos hasta que nos doliesen las carcajadas, las manos se abrazarían, los dedos jugarían entre ellos...

...Si estuvieses viendo la luna desde tu terraza y yo desde mi cuarto...

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