Donde habite el olvido: Como los erizos, ya sabéis, los hombres un día sintieron su frío. Y quisieron compartirlo. Entonces inventaron el amor. El resultado fue, ya sabéis, como en los erizos.
--LuisCernuda

febrero 12, 2010

A las ocho hay tapones.

En el sillón del carro me descubro viendo mi tenue reflejo en el cristal. Las gomas permanecen en el pavimento, detenidas en el tiempo que no parece avanzar, quietas, como mi mirada suspendida en un punto fijo, detenida entre el vidrio y el cielo. Lentamente avanza el carro, la fila se proyecta interminable, como tu dulzura; y no puedo evitar que un esbozo alegre se trace entre las comisuras de mis labios. He recordado todas las veces que fugazmente nos hemos detenido en este mismo punto, anhelando una inavanzable fila como esta, para simplemente mirarnos a los ojos y sonreírnos nerviosamente, para cruzar unas pocas palabras sólo en el momento en el que estas puedan mejorar el silencio circundante entre nuestros espacios, la conversación de nuestras miradas. ..Antes de que me sea rrebatado mi punto en el cielo, me doy cuenta de que avanzamos y mis ojos se topan con los números verdes del semáforo que me recuerdan a tu mirada y nuestra utopía: La de saber a qué hora habían tapones para quedarnos atrapados en uno, para mirarnos y, simplemente, gastar nuestras pupilas en la del otro. Ahora lo sé. A las ocho hay tapones.

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